La carpintería de PVC en Tenerife tiene una vida útil envidiable: puede llegar a los 50 años. El PVC permanece inalterable durante todo este tiempo ante la meteorología y el paso del tiempo. Por las características de este material, no se desarrollan ni bacterias ni hongos.

Pese a que esta carpintería de PVC en Tenerife sí puede generar algún problema de suciedad (como toda carpintería), se deben tener en cuenta una serie de consejos para mantener una ventana en buen estado. En primer lugar, cabe destacar que las juntas de goma de todas las ventanas son fabricadas con diferente tipología de plásticos. Para ello, los fabricantes recomiendan echar polvo de talco dos veces al año. Además, si la junta mencionada está sucia, se puede usar agua para su limpieza o, como mucho, jabón neutro, usado también para los perfiles. Asimismo, se puede usar un lápiz de silicona para engrasar las juntas.

En cuanto a los herrajes, es recomendable que una o dos veces al año se engrasen las partes metálicas con aceite sin ácidos. En el caso de las ventanas correderas, precisan de limpieza y engrase de raíles una vez al mes para su correcto mantenimiento.

Destacando ya la limpieza, cabe recordar que los marcos deben limpiarse con bayeta húmeda y jabón neutro. Existen, para esta limpieza, productos específicos para la limpieza de perfiles. En el caso de las ranuras de aireación, si la ventana tiene, deben estar limpias. Asimismo, los perfiles no deben pintarse para lograr otro color, ya que el resultado no será óptimo. Si se necesitan marcos de colores, directamente se puede optar por acabados en colores y texturas diferentes.

En Tomás León Fernández te contamos los mejores consejos para mantener una ventana de PVC. Siguiendo todos ellos, el mantenimiento de la misma será una preocupación menor.