Como expertos en la instalación y como fábrica de PVC en Tenerife, queremos echar la vista atrás en el tiempo para encontrar los orígenes del nacimiento de la industria de este segundo material, fundamental hoy en día en numerosos sectores.

Para dar con el origen de la industria del PVC, hay que bucear en 1835, año en el que Justus von Liebig logró descubrir el cloruro de vinilo tras hacer reaccionar dicloroetileno con potasio.

Al arrancar el siglo XX, el germano Fritz Klatte polimerizó el cloruro de vinilo al utilizar peróxidos orgánicos. En aquellos tiempos, el PVC no pasaba de ser una curiosidad de laboratorio. Y continuó teniendo esta consideración hasta la mitad de los años 20. Entonces, Waldo Semon, científico de la empresa BF Goodrich, descubrió este material cuando buscaba un sustituto para el caucho. Asombrado con su hallazgo, se dedicó a hacer tests hasta que consiguió que fuera moldeable.

Como empresa especializada en la instalación de la fábrica de PVC en Tenerife, queremos informarte de que este segundo material empezó a producirse de forma comercial en Alemania en los años 20. Rápidamente, artículos como impermeables y cortinas para baño calaron entre la sociedad. Las plantas de PVC poblaron Estados Unidos en los años 30.

En los 40, el PVC empezó a emplearse en el sector automotriz gracias a una de sus aplicaciones más populares: las capotas de vinilo. Sus usos se dispararon con la Segunda Guerra Mundial, en gran parte por el apoyo de las empresas fabricantes a las campañas militares.

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